Octavio Fernández Mouján - Psicoanálisis Abierto  
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Libros Publicados

De la relación al encuentro terapeútico

 

De la relación al encuentro terapeútico

Diciembre 2010
Edición:
Psimática,Manuel Esbert Ramirez

Madrid, España

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REPENSANDO EL PSICOANALISIS

Por el Dr. Octavio Fernández Mouján

Ampliar y proponer otra visión del psicoanálisis y su técnica terapéutica, no significa rechazar lo anterior, como tampoco perder el respeto por lo que uno creyó e hizo. Simplemente, significa incorporar la experiencia. Y, cuando digo “experiencia”, no sólo me refiero a la trayectoria recorrida con maestros y colegas, sino, muy especialmente, al encuentro con mis pacientes en un campo que nos une por igual y desde el cual anhelamos superarnos.  Es esa experiencia la que nos ayuda a evolucionar y cambiar.
Con esto, no estoy negando la interpretación de la transferencia de la relación terapéutica, ni el resultado enriquecedor de la interacción de información. Hablo de encuentro terapéutico y no de relación terapéutica. Me estoy refiriendo a algo distinto a la transferencia o a cualquier sistema de vínculo estructurado. No lo estoy negando, sólo que digo que hay una realidad viva que se está dando aquí y ahora.
En el encuentro nada domina a nada, todo vale por igual: el negro y el blanco, lo bueno y lo malo, el pasado y el presente, lo uno y lo múltiple, lo sano y lo enfermo. Ese contexto es el encuentro donde “somos en y desde otro” (Heidegger) o también “reconocimiento con el otro” (Levinas).
¿Por qué creo que hay que repensar el psicoanálisis?
Porque ha cambiado el concepto de realidad. Los nuevos paradigmas de la ciencia respecto a la física, que de mecánica se transformó en cuántica, nos dejó sin fundamentos materiales observables. Lo mismo ocurrió con la filosofía, a partir de pensar sobre el Ser y el existir. Si no partimos de un nuevo concepto de realidad, vamos a fracasar y fallar en nuestras interpretaciones e intuiciones. Necesitamos incorporar en el análisis los nuevos elementos para poder pensar la realidad. La teoría del caos hoy sí nos ayuda a repensar nuestra práctica, pues es hija de los nuevos paradigmas generados por la física cuántica. El caos lleva implícito un orden que no está dado.
¿Cuáles son los aspectos más importantes que nos ubican ante otra realidad? Desde la apertura del átomo, último reducto de la materia, el hombre de ciencia dejó su lugar de observador. Apareció una realidad “partícula-onda” que no se puede observar, pues nos incluye como parte de ella. Además, nos sacó la certeza que nos daba el cálculo de lo objetivo y pasó a tener importancia lo probable o posible. Todo, a partir de una realidad última donde la velocidad de las “partículas” es tal, que “todo tiene que ver con todo”, y su transformación en “onda” (energía) es constante, permitiendo saltos cuánticos. En síntesis, donde la realidad se sigue generando y transformando en forma continua.

Con la aparición del existencialismo (Kierkegaard) y la filosofía del ser (Nietzsche, Heidegger y Levinas) el hombre deja de estar sujetado por un objeto, otro que lo constituye. Existimos y somos “con” y no “por”. Consecuencia de esto,  el deseo de alcanzar la verdad objetiva y la satisfacción libidinal son superadas ampliándose en el anhelo de ser más con los demás. Estamos acostumbrados a llegar al conocimiento partiendo de los datos de la realidad que podemos percibir y pensar. Me parece importante proponer una forma de inteligencia que parta de la vida, como experiencia libre de todo prejuicio o determinismo. Es desde la experiencia comunitaria vivida desde la singularidad del ser que intuimos el acontecimiento creativo de una realidad en permanente transformación creativa. En otras palabras, una nueva inteligencia: la inteligencia solidaria.
Qué consecuencias inmediatas tiene esto en nuestra práctica clínica y desarrollos teóricos?
La tranquila relación terapéutica entre el terapeuta y el paciente está cuestionada. Se duda de la observación de un Yo y la posterior identificación, y también se duda del estado de sujeción del sujeto respecto a un objeto (otro) que lo constituye. Duda existencial que nos abre al encuentro terapéutico donde participamos con nuestros pacientes. Este giro está en resonancia con la famosa sentencia de Gastón Bachelard: “el mayor obstáculo para el conocimiento es el conocimiento previo”. Por eso rescatamos la duda existencial que nos libera de toda objetividad determinante propia de una relación, y nos lleva a vivir un encuentro sin nada dado de antemano. Hay un aquí y ahora que se está dando “con” el otro, además de un aquí y ahora como entonces, que se repite. Ambas circunstancias son interpretadas de diferente manera. Interpretar la experiencia inmediata del acontecimiento supone una intuición que simboliza la que se está viviendo para luego poder desarrollar en un razonamiento lógico. Interpretar el suceso terapéutico que se repite requiere una explicación que resignifique lo que estaba oculto.
Siempre se creyó en ciencia que la realidad estaba dada y que el proceso era descubrir lo oculto. Hoy se piensa más allá, sin renegar de esto. El progreso o la cura -para nosotros psicoterapeutas- incluye, además, una realidad que se está dando y que construimos “con”.
Nos curamos con nuestros pacientes. Ese es el acontecimiento.